miércoles, 30 de julio de 2008

En defensa del Paciente..

Bueno..hoy me toca ponerme serio. Pero de verdad.
Aprovechando el periodo vacacional reglamentario del que estoy disfrutando estos dias, me encontraba navegando por internet consultando algunas páginas de mi interés. De forma casual entré en la página web de la Asociación El Defensor del Paciente. Portal cuya dirección web es http://www.negligenciasmedicas.com/.
En primer lugar me resultó indignante comprobar que la mencionada asociación pudiera basar tal defensa en las negligencias médicas. Una vez entras en el portal insisten en la cabecera de la página y en el margen lateral izquierdo. Apología de la caza del descuido, falta de cuidado y/o de aplicación por parte del facultativo, cuanto menos, a modo de bandera de la defensa del paciente.
Mi estupor y sorpresa fue a más cuando continué adentrándome en la página. Topé con un link que enlazaba con un documento firmado por la presidenta de dicha asociación (Doña Carmen Flores) que hablaba sobre la agresiones a los médicos, expresando su descontento de que la Justicia haya decidido que se tipifiquen como atentado y se juzguen directamente por la via penal.
El link que llevaba hacia tal documento está indicado con un slogan que, literalmente, dice lo siguiente: "¡¡Pobrecitos Médicos, que crueles somos los pacientes!!"
El texto está a disposición de cualquier persona que entre en la web y pinche en tal link. Dice asi:


"Les presentamos el informe que publica la revista médica sobre "lo malos que somos los pacientes", "tan "malos" que nos tienen que juzgar como a ETA, o sea por atentado si nos atrevemos a respirar delante de su Señoría un poco mas fuerte de lo normal, multa, cárcel. ¡Si señor, así se hace!

Eso sí, si Vd.. paciente es burlado, agredido, insultado, ni se le ocurra denunciar ya que no le va creer ni Dios. ¿Quién Vd.? ¡Nadie! un simple paciente que no ha acatado la ordenes del Sr. Dr. y que se ha atrevido a preguntar, después de tres horas de espera, para que le informen, porque Vd.. ¡pobre gusano! está para obedecer, esperar, y si su Señoría se equivoca de medicación, en la cirugía, en el diagnóstico, le puede costar la vida y su integridad física o se pueden equivocar. Pues eso se aguanta y si no quéjese al Ministro, ya que es culpa en el 100% del que es el responsable máximo de la administración ¡Al médico ni tocarlo! ¡Faltaría
más! Años de carrera para soportar las críticas o que le levante la voz un plebeyo.

En fin, si no fuera tan serio querido agresor (paciente) habría que reír hasta caerse, mientras las negligencias con resultados de muerte, tetraplegia, parálisis cerebral, cojera, ceguera sordera, y así un largísimo etc., se terminan en los tribunales con migajas en forma de indemnizaciones, sin mas responsabilidad que la paga de la Administración, o sea de todos los ciudadanos que pagamos de nuestros bolsillos. A los pacientes que cometan el error (jamás lo defenderemos) de ponerse nerviosos y arremeter contra el médico (como ellos mismos comentan en el reportaje) con un bofetón, ¡4 años de cárcel! Ridículo, injusto y kafquiana la forma de tratar lo que en la vida rutinaria es una falta si le pegan al taxista, a la peluquera o al del puesto de los melones, ¡pero no!, al Sr. Doctor ¡no!."



En primer lugar y refiriéndome al primer párrafo: ni somos jueces de nada ni de nadie, es obvio. Tampoco condenamos a nadie por respirar (madre mia) ni replicar nada. Es más, debería usted saberse por la labor que desempeña, señora presidenta, el cartel de gloriosas dimensiones que hay en todos los centros sanitarios del pais, en el que se especifican LOS DERECHOS de los pacientes.. Si asi hubiera sido, su primer párrafo no hubiera sido concebido.

En segundo lugar, y refiriéndome al segundo y tercer párrafo..¿por quién narices nos ha tomado? ¿Por animales desalmados dictadores, que pese a los años de carrera, oposiciones, formación continuada, dedicación al prójimo, noches sin dormir etc..tenemos como fin u objetivo el sufrimiento de nuestros pacientes? ¿Por negligentes en general? Una difamación en toda regla.

Veo que no tiene ni idea de nada de lo que nos supone ser médico, ni de los caminos que nos llevó a ello. Por lo que manifiesta en su texto para usted no tiene ningún valor nuestras noches sin dormir estando al pie del cañon; el abandonar nuestra vida y entorno familiar el dia de una guardia y el posterior a ella para recuperar la energía física y mental alli generada; el velar a pie de cama de un enfermo urgente hasta controlar su situación y asegurarnos de que evoluciona bien; la velocidad punta que desarrollamos en el pasillo de urgencias cuando escuchamos el timbre del box de críticos para atender sin demora al paciente que alli haya entrado y requiera tal velocidad porque su vida dependa de ello; la satisfacción y emoción que nos embarga cuando nuestro paciente se despide de nosotros con un simple apretón de manos y una sonrisa en la cara; las panzadas de llorar que nos hemos dado todos cuando no hemos podido hacer nada por salvar una vida pese a haber puesto toda la carne en el asador, o cuando Dios se ha llevado un paciente con quien habíamos entablado una relación que iba más alla de lo estrictamente profesional; la ansiedad generada en las guardias que nos pasará factura más tarde o más temprano; las patadas o codazos o insultos que te propina un paciente agitado que no es consciente de lo que hace; el bajarnos de nuestro coche en plena autovía y correr hacia la mediana para socorrer a los ocupantes de un vehículo accidentado con nuestros guantes de látex y fonendo al cuello que concienzudamente llevamos en el maletero, etc..etc..etc...
Y alguno podría responderme con el rancio y pútrido comentario: "os pagan para eso.." No. Lo siento. Todo lo que acabo de exponer NO ESTÁ PAGADO, NI CON TODO EL ORO DEL MUNDO.
Algun otro continuaría de forma un poco menos desafortunada: "Lo elegisteis vosotros..lo sabiais..". Pues si..lo sabíamos. Por eso lo elegimos. Porque AMAMOS LO QUE HACEMOS. PORQUE AMAMOS NUESTRA PROFESIÓN Y AL PRÓJIMO. Y la satisfacción que nos produce resolver esas situaciones en beneficio del que lo necesite es indescriptible y, reafirmándome en el anterior párrafo, ESO NO TIENE PRECIO. Nos debemos a la persona que sufre, a la persona que necesita nuestra ayuda (en forma de pastilla, de tratamiento médico o quirúrgico, en forma de diálogo o simplemente escuchándolo..)..nos debemos al paciente, señora Presidenta..a ese que dice usted defender con esas artes.
Y he de decirle, tras la pertinente visita a la web de la Asociación que usted representa, que nosotros despues de cualquier "éxito terapéutico" (por llamarlo de alguna manera) no nos hacemos fotos con los brazos alzados en señal de victoria para despues colgarlo en nuestro blog o web. Despues simplemente nos vamos a casa a descansar.

Pero bueno, cada uno es como es.... con sus códigos morales, éticos, y demás estrategias para conseguir sus objetivos y realización como persona y/o profesional..algunos a costa de lo que sea o de quien sea. El defender al paciente a base de educarlos en la caza del fallo médico, del descuido profesional, etc..es una de las maneras, muy respetable si usted asi lo ha considerado. Yo me seguiré limitando a preocuparme de seguir cultivándome como médico avanzar como profesional, y defender mi vocación con nobleza; ese es mi problema. A modo de reflexión: la caza de brujas solo trae como consecuencia el ejercicio de una medicina defensiva, invasiva para llegar a un diagnóstico lo más certero posible y mucho más impersonal en el trato con el paciente. Situación que detesto y que desvirtua la esencia de nuestra profesión. Corriente que se empezó a dar en Estados Unidos hace ya casi una treintena de años y que comienza a llegar a nuestro país. Inmersos en una atmósfera fría y carente de toda empatía los únicos perjudicados seremos los médicos que seremos puros prescriptores de pruebas por protocolo, y los pacientes sometidos a tales pruebas. Esos pacientes a los que dicen defender.

Doloroso y frustrante me resulta como humano, además, que usted, que es la que firma el documento, se moleste de que a nosotros se nos proteja de las agresiones de una forma tan acertada, mientras que "en la vida rutinaria se trate de falta" a otros colectivos profesionales en caso de una lamentable agresión. Quizás lo que debiera hacer sería ponerse en pie de guerra y emplear sus fuerzas y su web para que se protegiera a cualquier profesional o persona tal y como se nos empieza a proteger a nosotros. De paso podria empezar a alegrarse de que la Justicia comience a tomar medidas de esta índole. Y utilizando sus mismas artes (que no es mi estilo), insisto, y remitiéndola a su propio documento cuando dice "Pues eso se aguanta y si no quéjese al Ministro, ya que es culpa en el 100%..bla, bla.." , quéjese usted al Ministerio de Justicia para tal fin y encadénese en la puerta si lo considera necesario para tal fin. Creo que a la Baronesa Thyssen le fué bien.

Posteriormente en su web tiene colgado un comunicado: "La Justicia debe mirar y juzgar por igual sin que exista clasismo a la hora de hacerlo". Muy bien por su Asociación. Eso es lo correcto y soy de la misma opinión. Pero no lo estropee de nuevo con otro slogan en el que dice literalmente:
CONTRA LA CAMPAÑA DE MALTRATO AL PACIENTE COHARTANDO LA LIBERTAD DE RECLAMAR SIENDO DENUNCIADOS POR ELLO.
Es por esto que la Asociación aconseja llevar una grabadora o testigo cuando vea hostilidad en el trato.

¡NUNCA! LEVANTAR LA VOZ Y MUCHO MENOS AGREDIR CON ELLO ESTAMOS INCITANDO AL VICTIMISMO
Perdone..no entiendo..o sea..el objetivo de que se abstengan de agredirnos es ¿PARA QUE NO PODAMOS HACERNOS LAS VÍCTIMAS? ¿no es porque la violencia sea inaceptable de cualquier forma y atente contra los derechos más básicos de cualquier persona? Discúlpeme, pero ese slogan es sencillamente asqueroso, incívico, carente de clase alguna y por supuesto inadmisible. Y mejor ni hacer mención al título de la "campaña"...

Paso por alto las viñetas de la sección "Humor" de su web, cuyos "chistes" y viñetas dedicadas a la figura del profesional sanitario son de un gusto más que cuestionable...


Documentos denigrantes hacia nuestra profesión, hiriente hacia el honor de todos los facultativos, una falta de respeto hacia una decisión judicial tan importante, me resulta intolerable que se cuestionen avances judiciales en la lucha contra la violencia, por distorsionar pública y radicalmente el sentido de nuestra profesión.

Por todos estos motivos he decidido colocar este texto..por todos estos motivos y en memoria del Dr. Pedro Barceló Sierra, primo hermano de mi abuelo materno asesinado a manos de un paciente enajenado mientras ejercía su profesión.

¡Un poquito de respeto, cojones!

domingo, 20 de julio de 2008

El Justiciero Agente TresCifras (Relato verídico sobre un absurdo (des)encuentro con un agente de la Policia Local de Málaga)

Estamos salvados. Y os cuento.
Hace unos años, cuando trabajaba como médico en un centro privado, fui requerido con carácter urgente para atender un paciente. El centro médico en cuestión estaba ubicado en una zona de Málaga capital en la que hay bastantes dificultades para estacionar el vehículo. Ante la advertencia que recibí por teléfono de que era urgente el motivo por el cual me habían llamado, y tras dar tres o cuatro infructuosas vueltas a la zona, me vi obligado a dejar mi vehículo estacionado sobre la acera. No sin antes cerciorarme de que no era el único vehículo que estaba de la misma manera (que no es excusa), que no obstruía el paso de ningún otro vehículo (tampoco es excusa) y dejando bien a la vista una nota que dejaba bien clara la situación: “Médico en servicio de atención sanitaria. Por favor disculpen las molestias”. Hasta ahí bien.
Cumplí con mi labor y, preocupado ahora por el estacionamiento del vehículo, me dispuse a cogerlo para aparcarlo ya con mucha más tranquilidad. Pues bien, allí estaba. Ondeando uno de sus extremos al viento con absoluta majestuosidad, fijado su cuerpo entre el limpiaparabrisas y el cristal de mi vehículo. El papelito verde. Ese papelito que te recuerda que no has sido buen ciudadano, que has infringido la ley y que te ofrece la posibilidad de contribuir con las arcas de la administración pública en señal de perdón y arrepentimiento. El papelillo verde estaba firmado por un número de tres cifras que representaba a un agente de la Ley y el Orden.
Por lo visto el agente Tres Cifras estaba a esa hora por ahí velando por nuestra seguridad en aquella zona céntrica de la localidad a plena luz del día (12:40 horas), zona muy peligrosa y conflictiva; sobre todo para él, porque estaba plagada de vehículos potencialmente peligrosos. Cuando de repente se percató de que uno de ellos ponía en peligro el orden público y sin más, se dirigió hacia el objeto de la grave infracción. Se inclinaría levemente para reflejar en el papelito la matrícula del desfiante, osado y canalla vehículo. Sacaría su bolígrafo justiciero para disponerse a reflejar sobre el trozo de celulosa el divorcio existente entre el coche y la ley y el orden. Dirigiría su mirada por el encima del antifaz binocular oscuro (absolutamente a la moda, Rayban o Arnette son sus favoritas) hacia la nota que había dejado yo en el salpicadero y la leería frunciendo el ceño como diciendo para sus adentros: “Señor infractor, ¿y a mi qué?. ¡Mi labor está muy por encima de todo esto, por favor!”. Y el peso del artículo trece de la Ordenanza Municipal de Circulación cayó sobre mi, ¡oh Dios mío!
Pues si, señor agente Tres Cifras (porque es esa la única referencia que tengo sobre usted) usted cumplió con la ley, con su ordenanza, su artículo, su código. Puede dormir relativamente tranquilo siendo estrictamente brazo ejecutor. Pero sepa usted algunas cosas más que a lo mejor no le enseñan o de las que no quiere enterarse. El acto de recaudación de impuestos que usted lleva a cabo tantas veces al día, además de poder hacerse en zonas céntricas o en barrios de buen nivel socioeconómico en los que ya nos tiene acostumbrados a su presencia, puede hacerlo usted con sus compañeros en zonas más conflictivas. Estamos casi convencidos de que allí podrían existir más oferta y variedad de infracciones para su realización y disfrute profesional. Pero allí puede que protesten un poco más, ¿no? Y no es plan de que le quiten la gomina a uno a base de sonoros argumentos de disconformidad, ni que llegaran a empañarle las lentes negras del justiciero antifaz con el tibio aliento del disconforme, o incluso con su propio vaho fruto de la evaporación del sudor producido por el romanticismo del momento. También es reconfortante ver como algunos jóvenes amantes de la velocidad y poco considerados con sus tímpanos mientras conducen, campan a sus anchas, siempre con mucha prisa (serán asuntos de trabajo, o cosas de chavales), por las vías públicas y ante sus narices mientras le recuerda usted a otro conductor que ha sido malo por no haber visto el ceda el paso echándole un autógrafo en el papelillo verde. Verídico. Para qué parar a la criatura, ¿no?, el mal rato que se iba a llevar tan jovencito.
Pero, volviendo a lo de aquel día (ya me estaba distrayendo yo), hubo algo que me desconcertó de su heroica, valiente y gran acción justiciera. No se, a lo mejor me equivoco, espero que sepa disculparme si no es así. Usted tiene muy claro el código que gobierna el acto de recaudación de impuestos y sus artículos, las documentaciones que tiene que solicitar, etc. Y cumplió. Pero tenga muy claro que de códigos éticos y morales no le enseñaron nada. A lo mejor es porque no viene en los libros de la oposición (porque si encima viniera entonces usted es el "desaventajado" del Cuerpo). Sobre la documentación del resto de profesionales de la provincia en la que está usted ejerciendo sabe poco. Y le remito textualmente al texto que reza en el reverso de nuestro carnet identificativo como facultativos colegiados: “Se ruega a la Autoridad auxilien al titular en el ejercicio de sus funciones como médico”. Y creo que el sentido de ese texto no tengo que explicárselo porque ya ha demostrado tener inteligencia de sobra (¿?¿?) llegando al lugar en el que está. Ya lo se, usted perdone, no tenía porqué saber que ese era el vehículo de un facultativo ejerciendo en ese momento, pero para eso dejé la nota con el sello bien impreso con numero de colegiado y todo, chato. Y luego se vende la esencia del ejercicio de su profesión como la ayuda al ciudadano…menuda ayuda. De todas formas, como es de bien nacido ser agradecido, pues muchas gracias señor agente Tres Cifras. No se que hubiera hecho sin su ayuda. Nuestra ciudad puede estar tranquila.
Ha sido un acto heroico más del justiciero agente Tres Cifras, que vela por nuestra seguridad, posando para nosotros con los brazos en jarra, mirando hacia el infinito bajo su antifaz. En el próximo capítulo el agente Tres Cifras muestra su poderosa placa al malévolo e infractor Doctor Dos Cifras Barra Cinco Cifras para que le expida un certificado oficial necesario para el título de Patrón de Embarcaciones de Recreo (si, yo tampoco entiendo porque enseña la placa para que se le expida un certificado médico oficial..¿es que iba a pagar con la placa?). ¿Sucumbirá el malvado doctor ante tanto poder?, ¿podrá articular palabra ante esa apabullante muestra de poderrrr? En los mejores cines. Nominada a los premios Joya como mejor película cómica. ¡Manda Cojones!

Superman y un servidor.

Bueno..de esto hace ya como 29 años, cuando mi padre, una tarde harto de soportarme, decidió llevarme al cine. Después del trauma que supuso para mi que mi madre me llevara a ver Bambi (algún dia hablaré sobre ello..), mi padre optó por llevarme a ver mi primera peli de personajes de carne y hueso. Al cine Astoria me llevó. La película en cuestión no era otra que Superman, personaje para mi desconocido hasta la fecha.


No recuerdo en concreto casi nada de la proyección de aquel dia, tan solo tener a mi padre sentado a mi lado; pero en general recuerdo que aquel personaje me impresionó. Salí del cine absolutamente entusiasmado por aquel semi-Dios enfundado en su traje azul..y quedé estupefacto al observar la mastodóntica imagen de superman que gobernaba la fachada del edificio del cine (al entrar ni me habia dado cuenta..). Recuerdo que me llevó a un puestecillo que habia en la plaza de la Merced a comprarme cromos de la pelicula.


Cojones..aquello marcó el resto de mi infancia y parte de mi vida...comics, cromos, camisetas, muñecos..etc. Dice mi madre (yo no me acuerdo), que volví un dia de la escuela (estando en preescolar) con ciertas habilidades para la lectura que no correspondían a mi edad. Mi madre, estupefacta, fué a buscar a la profesora que se encargaba de mi persona para hacerle saber que ya comenzaba a leer frases sueltas antes de lo que se suponía que era normal. La profesora le dijo que a ella le había soprendido tambien, pero más le sorprendió la respuesta que yo le habia dado ante las prisas que tenía por leer: "es que.. tengo que leerme los cuentos de superman que tengo en mi casa"


A mis 33 años sigo sintiendo la misma pasión por el personaje en cuestión..aunque no llego a nivel friki, o de patología mental (no altera mi vida diaria). Pero todavia sigo considerando la opción de tatuarme el logo de Superman en alguna región de mi anatomía...ya veremos.


Asi que a tomar por culo el concepto de Freud del Superyo..Este es el verdadero Superyo!!!




viernes, 18 de julio de 2008

Primera entrada

Bueno..pues de alguna manera había que estrenar el blog. Simplemente apuntaré, y luego me joderá al leerlo, que inauguro esta página tumbado en una hamaca en mi casa del cañuelo el dia que reza en la entrada a las 21:14 hrs con mi piscina a un lado, haciendo gala de mis primeros 15 dias de vacaciones de verano..Disfrutaré de mis dias de ocio mientras duren!
Nos vemos!!